La obra realizada por Luis Fernando Ramírez Mata se asienta en un lienzo de lino sobre bastidor, en la que en línea de tierra se halla representada la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de esta localidad; insertada en un dosel majestuoso con la Corona Real y el anagrama del Ave María; sobre la que se alza esbelta, en rompimiento de gloria, la figura de la propia imagen de la Asunción Gloriosa de María Santísima, cuya imagen se inspira en la que aguarda esta Parroquia en su altar mayor.
La imagen de Nuestra Señora de la Asunción queda reflejada como en la visión apocalíptica de San Juan: “… una gran señal apareció en el cielo: Una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza…” Sobre un fondo apocalíptico entre tonos celestes y violáceos aparece la Virgen Coronada y rodeada por distintos angelitos y querubines, de formas gráciles y redondeadas, propias del estilo barroco.
Estos misioneros de Dios portan cada uno un símbolo inequívoco de cada Hermandad valdepeñera; quedando así representada todas las Cofradías en el Cartel de su Magna Mariana, así como el emblema del propio Año de la FE. Así pues, de izquierda a derecha observamos como los distintos ángeles portan los siguientes símbolos: estandarte de la Pascua de Resurrección en representación de la Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza y Jesús Resucitado; la Palma de los mártires de la fe en representación de la Hermandad del Stmo. Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Palma; el Santo Sudario de Cristo, representando así a la hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad, el Inmaculado Corazón de María traspasado por un puñal en su Mayor Dolor, por la Hermandad de Jesús Nazareno y Rescatado y Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, y el barco del año de la fe.
Y al otro lado el Ancla en honor a Nuestro Padre Jesús Caído y Nuestra Señora de la Esperanza; la ramita de Olivo representativa de la Hermandad de Jesús Orando en el Huerto y María Santísima de la Amargura; una esmeralda o “mariquilla” en honor a la Cofradía de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena y Jesús Cautivo; una corona de espinas que ilustra a la Corporación de la Virgen de Soledad.
Finalmente, se culmina el programa iconográfico con la majestuosa y magnífica corona dorada y portada por los Ángeles Custodios de nuestra Patrona de Valdepeñas, María Santísima de Consolación, glorificando así, más si cabe, la imagen de la Asunción Gloriosa de Nuestra Señora.
Como detalle definitivo de la obra y, encuadrando la Parroquia en sus dos lados, aparecen dos cartelas de fondos dorados que acogen el emblema de la Magna Procesión Mariana: “María, Pilar de la Fe”
